Se usa para hablar de alguien que cambia de opinión a cada rato, que hoy dice una cosa y mañana la contraria, igualito que una tortilla dando vueltas en la sartén. Sirve para pinchar un poco al indeciso del grupo y meterle presión cariñosa. Y hay que admitir que la imagen mental es bastante graciosa.
"Oye, ya pues, deja de estar como tortilla, que primero dices que vas al río, luego que no, luego que sí otra vez y nos tienes a todos hueveando."