Expresión muy usada para decir que alguien está atento, con la antena parada y las orejas bien abiertas para no perderse ningún chisme ni detalle. Sirve tanto para estar en guardia por algo raro como para cazar data jugosa. Es como vivir en modo radar permanente, que a veces agota pero también tiene su encanto.
"Che, andá al súper vos, pero quedate al orejazo porque siempre hay quilombo en la caja y las viejas chusmas no perdonan ni un descuento."