Se usa cuando alguien está al límite de su paciencia, chato de la situación y a punto de mandar todo a la cresta. Es ese momento en que cualquier cosa mínima te puede hacer explotar y armar el medio show. Básicamente, estás colgando de un hilo y ya no te queda ni una gota de calma.
"Loco, dile a tu hermano que deje de mover la mesa, estoy a filo y si la sigue sacudiendo le voy a tirar el vaso por la cabeza."