Se usa cuando alguien hace una promesa que sabés que no va a cumplir ni de casualidad, como si lo que dice quedara escrito en el aire y el viento se lo llevara al toque. Es muy de cuando ya conocés al chamuyero de turno y sabés que sus palabras son puro humo. Y hay que admitir que la imagen es bastante poética.
"Mi primo otra vez juró que me iba a llevar a pescar a Playa Unión, pero con lo colgado que es eso se escribió al viento, seguro se queda durmiendo la siesta."