Expresión usada por los neuquinos para zafar de una responsabilidad o desentenderse de un quilombo ajeno. Es como decir que algo no es tu problema ni tu asunto, pero con un toque bien patagónico y gracioso. Suena medio absurdo, y justamente por eso tiene tanta onda cuando la tirás en medio de una charla.
"Che Juan, ¿me das una mano con el informe del jefe? — ¡Esa no es mi vaca, papá! Bastante tengo con que no se me incendie la mía en la oficina."