Se usa para decirle a alguien que es tan dulce, tierno o encantador que parece una golosina caminando. Es un piropo juguetón, medio cursi pero con buen rollo, ideal para amigos, pareja o esa persona que siempre está pendiente de los demás. Y la verdad, cuando te lo dicen, sube el ánimo cosa mala.
"Cuando me trajo arepitas recién hechas y un cafecito bien cargado, yo le solté: Eres un caramelo con patas, vale, así da gusto vivir en Cojedes"