En Durango encharolarse es ponerse bien arreglado, con ropa elegante y todo bien planchadito, como si fueras a ir a misa de domingo o a una boda. La idea es que quedas tan pulido que casi brillas, como zapato boleado recién salido del betún. Es medio presumidón, pero también tiene su gracia cuando uno se arregla de más.
"Ya vi que te encharolaste nomás para ir al Oxxo, compa, traes más brillo que los rines cromados del carro del vecino."