En Huila se usa para decir que alguien se queda embobado mirando a otra persona, con una mezcla de admiración, gusto y puro asombro. Es como si la belleza o el flow del otro te dejara pegado, sin poder apartar la mirada. A veces parece bonito, a veces da risa, pero en todo caso quedas medio ido del mundo.
"Parce, cuando vi a Laura llegar con ese vestido rojo me empepiné mal, me quedé ahí como bobo con el vaso de guaro en la mano sin saber ni qué decirle."