Se usa cuando alguien sigue terco e insistente con una idea o un plan, aunque todo el mundo vea clarito que va directo al fracaso. Es como decir que la persona está emperrada, cerrada de mente y no suelta el tema ni a bala. Muy de esas terquedades costeñas que dan rabia pero también un poquito de risa.
"Mira a la tía Maruja empeñando la mula con que va a montar un circo en el patio, si ni los perros del barrio le hacen caso cuando los llama pa’ darles comida."