Se usa cuando alguien le mete todo el cariño, la energía y las ganas a algo, ya sea una relación, un proyecto o hasta un simple café. Es como mezclar la fórmula perfecta para que todo salga brutal. En el Quindío suena mucho porque entre cafecito, coqueteo y trabajo, todo mejora si uno le echa química de la buena.
"Parce, vea cómo la doña le echa química a ese cafecito del Quindío, hasta el más amargado sale de ahí enamorado y pidiendo otra taza pa' seguir creyendo en el amor."