Se usa en plan cariñoso para hablar de ponerse a cotillear a gusto, de esos ratos de chismeo intenso donde se repasa la vida del pueblo entera. Es como decir que vas a darle a la lengua sin parar, pero con ese toque de tertulia tranquila de bar o de banco al sol. Y oye, tiene su encanto.
"Acabó la vendimia y ya estaban las vecinas en la plaza echando la lengua sobre quién se lió con quién en las fiestas de San Mateo."