Expresión tolimense que se usa cuando alguien anda lavando la conciencia, tratando de arreglarla después de embarrarla. Es como hacer méritos con detallitos, favores y sonrisas para que le perdonen la metida de pata. A veces funciona, a veces se nota a leguas y da hasta risa, pero igual la gente lo intenta.
"Ese man llegó tardísimo al almuerzo y ahora anda echando el trapeo, lavando la loza, consintiendo al suegro y hasta ofreciendo llevar a la abuela a misa en buseta."