Expresión muy usada para decir que alguien está súper enamorado, embobado perdido y todo cursi, como derretido por dentro. Es ese pana que se le ilumina la cara cuando nombran a la otra persona y se le olvida el mundo. Suena graciosa, pero también tiene su punto tierno, porque deja claro que el amor lo tiene vuelto un queso fundido andante.
"Chamo, desde que consiguió novia anda raro, se le olvida hasta pagar la luz, vive pegado al teléfono y con esa sonrisita boba, está echao de queso mal."