Se usa para hablar de alguien que no tiene rumbo claro y se deja llevar por lo que pase en el momento. Hoy piensa una cosa, mañana la contraria, y tan tranquilo. También aplica para gente que se muda, cambia de trabajo o de pareja según le dé el aire. Y hay que admitir que a veces hasta da envidia esa soltura.
"Ese Juan vive donde sople el viento, ayer juraba que se quedaba en San Cristóbal y hoy anda armando maletas pa' irse otra vez pa' Cúcuta sin avisarle ni a la mamá."