Se usa para hablar de un desayuno bien abundante, sabroso y sin miserias, típico del estilo campechano. Puede llevar panuchos, huevos, frijolitos, café bien cargado y lo que se vaya juntando en la mesa. Es de esas comidas que te dejan listo para la jornada y con ganas de echar una siestecita después, la neta.
"Ayer me aventé un desayuno campechano con panuchos, huevito con chaya y café de olla, y salí tan lleno que si me siento un poquito más me tienen que rodar hasta la oficina."