Expresión muy usada para decirle a alguien que deje de hablar carreta, o sea, que pare de soltar mentiras, excusas baratas o cuentos enredados. Es como decir que ya no le creen nada y que vaya al grano de una vez. Suena regañón pero también tiene su toque de recocha, según el tono con que se diga.
"Uy, Juan, deje la carreta y cuéntenos de una vez qué fue lo que hizo anoche que llegó oliendo a guaro y con la camisa al revés."