Se usa para decirle a alguien que baje un cambio, que no sea tan intenso o tan pesado con un tema. Es como pedirle que se calme, que no dramatice tanto y afloje un poco la actitud. Muy típica cuando alguien se pone denso en una discusión o se pasa de rosca con los reclamos, y la verdad es que viene bárbaro.
"Cuando Juan empezó a armar bardo por el último chivito, María lo miró y le dijo: ¡Aflójale, botija, ya te clavaste cinco y todavía querés más!"