Se usa para decir que alguien anda todo distraído, como ido, viendo al infinito y sin pelar nada de lo que pasa alrededor. Es como si la persona estuviera flotando en su propio charco mental, bien tranquila, mientras el resto del mundo arde. Suena tierno, pero también es un pequeño jalón de orejas cariñoso.
"No manches, Lupita, estás bien de ajolote, ya casi nos atropellan y tú viendo las nubes como si nada."