Expresión costeña para cuando alguien se va de rumba con toda, gasta sin pensar y termina pelado, sin un peso ni para el bus. La vaciada es esa mezcla sabrosa de descontrol, música a todo volumen y luego la cruda realidad del bolsillo vacío. Y hay que admitir que a veces uno se la busca con gusto.

"Nos dimos una vaciada en ese parrandón en Taganga y quedamos tan limpios que tocó pasar la semana a punta de arepa e’ huevo y café fiado en la esquina."

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