Expresión súper melosa y bien colombiana para hablar de alguien que es un amor, tan dulce que casi empalaga, como el arequipe mismo. Se usa para coquetear o para hablarle con cariño a la pareja, a un crush o a alguien que uno quiere mucho. Es cursi, sí, pero de esa cursilería rica que a veces provoca.
"Veci, venga acá, corazón de arequipe, que sin usted este tinto sabe a agua de lavar los platos."