Se usa cuando alguien por fin entiende algo que tenía delante de las narices y no pillaba ni a la de tres. Es como ese momento de iluminación en el que haces clic y todo tiene sentido. Muy de cuando uno anda despistado y al rato, por fin, coge la doce. Y la verdad, pasa más de lo que uno admite.
"Parce, llevaba todo el día rayado con la tarea de mates y anoche, ya medio dormido, cogí la doce y me di cuenta de que el profe había dejado la respuesta en el tablero."