Se usa cuando alguien tiene muchas ganas de comer algo rico y está contando los minutos para atacar el plato. Es como decir que ya no aguantás más el hambre y querés probar sí o sí ese bocado. Muy de juntada con asado, picada o lo que haya en la mesa, porque acá no se perdona nada.
"Che, dejate de chamuyo y traé la carne de una vez, que hace una hora la estoy mirando y ya quiero clavarle el diente a ese costillar bien jugoso."