Expresión campechana para decir que sí con ganas, como un “por supuesto” pero con sabor a costa. Juega con la palabra claro y el amor brutal por el camarón en la región. Se usa cuando algo te emociona y no dudas ni un segundo en aceptar. Y la verdad, suena tan sabroso que dan ganas de decirlo a cada rato.
"¿Te vas a lanzar mañana al malecón a la mariscada y luego a las chelas con la banda? Claro que camaroné, ya hasta tengo la panza apartada para el ceviche y los cocteles."