Expresión muy usada para decir que alguien está borrachísimo a punta de caña o aguardiente, tan pasado que ya ni coordina ni piensa claro. Es ese punto en el que el pana se cree galán de novela, filósofo profundo y bailarín profesional todo al mismo tiempo, pero en realidad está haciendo el ridículo sabroso. Y hay que admitir que a veces da risa verlo.

"Anoche en la fiesta patronal el compadre salió tan ciego de caña que se montó en la tarima, pidió matrimonio al DJ y luego se perdió buscando el baño detrás de la iglesia"

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