En Carabobo se usa para hablar de alguien que siempre cae parado, que tiene una suerte absurda y todo le sale bien sin esforzarse mucho. Es como si la vida le hiciera favores gratis todo el rato. A veces da risa y a veces da rabia, pero hay que admitir que ver a un buen chiripón en acción tiene su gracia.
"Valeo, ese Manolo sí es un chiripón, chamo, se ganó la rifa de la moto otra vez y ni se acordaba dónde había dejado el bendito ticket"