Se dice cuando alguien ya entrado en años se aferra a seguir la fiesta como si todavía tuviera veintitantos. Se viste juvenil, se lanza al antro, se toma mil fotos para subir a redes y jura que aún aguanta desveladas y crudas épicas. No es insulto mortal, pero sí lleva su buena carrilla incluida, y hay que admitir que a veces da ternurita.
"No manches, viste al Toño con tenis fosfo, playera de banda metalera y stories desde el antro a las 4 am, bien chavorruqueado el señor ya con su dolor de rodilla."