Golpe fuerte e inesperado que te agarra totalmente desprevenido, ya sea físico, emocional o un giro de la vida que te deja medio grogui. Se usa mucho cuando pasa algo que te descoloca mal y te cambia los planes de un saque. Y hay que admitir que la palabra suena tierna para lo duro que pega.
"Salí del laburo re tranqui y ¡pum!, me chocaron el auto en la esquina, alto chauchazo que me dejó sin vacaciones y con la tarjeta temblando."