En Navarra se llama chapela a la boina de toda la vida, la que llevan los abuelos en el bar y los paisanos en las fiestas del pueblo. Es una palabra muy de la tierra, con sabor rural y un punto entrañable. A veces parece que cuanto más grande es la chapela, más respeto impone, y oye, algo de verdad tiene.
"Tú ponte la chapela buena para las fiestas, que luego sales en la foto del pueblo con la gorra del gimnasio y te deshereda hasta la abuela"