Diminutivo chilangazo de chance que suena a cariño pero también a incertidumbre total. Te lo sueltan cuando estás pidiendo algo y medio te dicen que sí, aunque en el fondo no está nada amarrado. Es como un permiso en veremos, con sonrisa nerviosa incluida. Y la neta, a veces suena más a consuelo que a respuesta seria.
"Le pedí a mi jefe salir temprano y me dio chancecito, pero con cara de que en cuanto sonara el teléfono me iba a mandar de regreso a la junta eterna."