Se usa para decir que encares algo con onda chamamecera, como sacarle lo amargo a la situación bailando, guitarreando o tomando unos mates con chamamé de fondo. Es como decir que alivianes el problema metiéndole ritmo litoraleño y buena vibra. Básicamente, en vez de llorar la derrota, la zapateás al compás del acordeón.
"¿Te dejó el bondi tirado otra vez, chamigo? No te hagás drama, venite al rancho, prendemos el fuego, subimos el volumen y chamaméalo con un buen sapucay."