En Puno se usa para hablar de alguien que presume a lo bestia de lo que sabe o de lo que hace, casi siempre exagerando y echándose flores. Es como alardear para llamar la atención y quedar por encima de los demás. A veces hace gracia, pero cuando se pasan chachascando ya cansa un poco y da vergüencita ajena.
"En la reunión el pata no dejó de chachascar de sus negocios millonarios en Juliaca y al final todos sabíamos que apenas tenía para el pasaje en combi"