En Bolivia se le dice chacharero a la persona que habla sin parar, que te cuenta desde el chisme del barrio hasta cuántos pasos dio en la mañana. Es el típico que no conoce la palabra silencio y siempre tiene una historia más que soltar. A veces agota, pero también anima cualquier reunión, aunque no se lo pidas.
"Fuimos al mercado y la casera era tan chacharera que entre papas, yuca y charque me contó la novela entera de su vecina infiel y todavía quería seguir hablando en la combi de vuelta"