Apodo humorístico y un poco cruel para describir un lugar desordenado, sucio o hecho un caos total, como si hubiera pasado una piara de cerdos de fiesta. Se usa para vacilar a alguien por tener la casa, el cuarto o la oficina hecha un desastre. No es fino, pero tiene su gracia cuando hay confianza y nadie se ofende.
"Parce, no se puede ni caminar en tu sala, eso está peor que Cerdolandia con tanta botella, paquetes de papas y ropa tirada por todo lado."