Es una versión de la clásica causa peruana, hecha con puré de papa amarilla aliñado con ají amarillo, limón y aceite, que se arma en capas y se rellena con pollo, atún, mariscos o lo que se te antoje. Es de esos platos fríos que salvan cualquier almuerzo y que siempre dan ganas de repetir.
"Ayer en la pichanga familiar mi tía cayó con una fuente gigante de causa rellena de pollo y palta, y te juro que en cinco minutos ya no quedaba ni una migaja en la mesa"