Se usa para hablar de un hondureño que se ve elegante, bien vestido y con porte, como que se cree de alta sociedad aunque venga del barrio más humilde. Es el compa que siempre anda planchado, perfumado y con actitud de VIP en catracholandia. Y hay que admitir que cuando se arma bien el look, sí impone respeto.
"Mirá a la Yessenia, llegó al bautizo con tacones, peinado de salón y bolso de marca pirata, toda una catracha fina creyéndose influencer del bulevar."