Se usa cuando alguien trae encima todo el peso de la chamba, como si le hubieran dejado el paquete completo y nadie más ayudara. Es esa sensación de que te avientan todas las broncas y tú nomás aguantando vara. Básicamente es estar saturado de pendientes y responsabilidades, y la neta sí cansa un buen.
"No manches, güey, en la oficina todos se fueron temprano y a mí me dejaron cargar el piano con los reportes, ya hasta el café me tiembla en la mano."