Se usa para hablar de la gente que se busca la vida en la calle, currando en lo que salga, muchas veces en la informalidad total. Es sobrevivir a punta de rebusque, aguante y callejeo, sin horarios ni contratos, solo con maña y ganas. Suena duro, pero también tiene ese toque de respeto por el esfuerzo diario.
"Mi viejo batalló la calle desde chibolo, vendiendo golosinas en los micros y haciendo cachuelos por todo Lima para que en la casa nunca falte el pan."