Se usa cuando alguien convence a otra persona de soltar dinero, favores o algún beneficio, pero con tanta labia y encanto que hasta parece buena idea. Es como que te marean bonito y cuando reaccionas ya aflojaste la cartera. Y la neta, a veces hasta da risa cómo caíste en el juego.
"Llegó mi primo bien sonriente, me empezó a echar flores y que según él andaba bien corto de lana, y pos que me baila un agua fresca y terminé pagándole los tacos, las chelas y hasta el Uber."