Se usa para hablar de alguien que no tiene ni pizca de vergüenza, se pasa de confianzudo y mete la nariz donde nadie lo ha llamado. Es más que atrevido, es nivel jefe final del desubicado. A veces hace gracia, pero también puede sacar de quicio a cualquiera si se pasa de la raya.
"Ese Pedro es un atrevidazo, cayó a la fiesta sin invitación, se sentó en primera fila y encima se llevó la torta como si fuera su cumpleaños."