Se usa cuando alguien está montando un enredo tremendo, mezclando chismes, problemas y opiniones hasta que nadie entiende nada. Viene de la idea del sancocho, que lleva de todo un poco y queda bien revuelto. Es muy colombiana y muy gráfica, porque hay gente que es experta en armar sancocho donde no había nada.
"Parce, deje de armar un sancocho por ese chisme, que al final ni fue tan grave y ya tiene a todo el barrio hablando bobadas."