Se usa para decir que alguien armó un desorden tremendo, un escándalo bien bravo, con gritos, chismes y todo el mundo metido opinando. Es como cuando una situación tranquila se vuelve puro caos de barrio, bien sabroso para el chisme, aunque en el momento uno quiera desaparecer del mapa.

"La tía empezó a pelear con el novio en plena novena, tiró los buñuelos al piso y se armó un bololó que hasta el vecino del 301 salió en pijama a mirar el show."

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