Se usa cuando alguien llega y hace un escándalo tremendo, mete ruido, chisme, risas y medio caos. Puede ser en una fiesta, en la calle o hasta en la oficina cuando todos estaban tranquilos. No siempre es algo malo, a veces solo significa que la persona es bien escandalosa y prende el ambiente durísimo.
"No manches, íbamos bien tranquilos en la carne asada y llegó el Gabo, armó un alboroto, subió la bocina al máximo y hasta la vecina de al lado terminó echándose unos pasos."