Expresión bien porteña que se usa cuando alguien genera un quilombo importante, ya sea por una fiesta descontrolada, una discusión a los gritos o un caos generalizado. Puede ser algo divertido o un lío tremendo, pero siempre hay ruido, desorden y gente metida en el asunto. Es como decir que se armó un despelote hermoso.
"Fuimos a tomar unas birras tranqui y terminamos armando alto bardo en el bar, se quejó el dueño, cayó la cana y mis amigos seguían cantando cumbia a los gritos."