En Guatemala se usa para decir que alguien anda medio zafado, confundido o haciendo cosas bien raras, como si tuviera la cabeza hecha un atol. No siempre es insulto fuerte, más bien es carrilla entre cuates cuando alguien se pone intenso o toma decisiones bien locas. Suena chistoso y bien chapín.
"Vos, ese cuate anda harina, ayer quiso pagar el bus con fichas del arcade y todavía se enojó porque no le dieron vuelto."