Se dice de alguien que anda todo enamoradizo, meloso y echando ojitos a medio mundo, como si estuviera en plena temporada de flores. Suele usarse cuando la persona viene de una rumba, se siente deseada o anda con el ego por las nubes. Básicamente, anda tirando piropos a lo loco, y hay que admitir que hace gracia verlo.
"Desde que salió de esa rumba en el club del puerto, el compadre anda en plan primavera, lanzando piropos a las jevas, regalando sonrisas y creyéndose el galán del Orinoco."