Se dice cuando alguien anda metido en broncas ajenas, queriendo ayudar o resolver chismes que ni le van ni le vienen. Es como si se ofreciera de escalera para que otros alcancen algo que ni es suyo. A veces lo hacen de buena onda, pero igual cae gordo porque nadie les pidió meterse.
"Ya viste al Chuy, otra vez anda de escalera queriendo arreglarle los pleitos de celos a la Lupita y al Toño, y ni pareja tiene el vato."