Se usa para describir a alguien que no para quieto, que anda de un lado a otro sin rumbo claro, metiéndose en todo. Puede ser porque está nervioso, emocionado o nomás porque es bien inquieto. Es como decir que trae demasiada pila y no sabe dónde descargarla, típico personaje que cansa nomás de verlo.
"Desde que le dijeron que igual y le suben el sueldo, el vato anda como cola de borrego, sube, baja, se mete a todas las juntas y hasta quiere ayudar en lo que ni le toca."