Se usa para decir que alguien anda enojado, refunfuñando por todo y tirando mala onda a cada paso. Es como si fuera caminando con un trueno en la cabeza, contestando cortante y con cero paciencia. Suele usarse cuando la persona se quedó picada por algo chico, pero igual anda descargando su mal genio con todo el mundo.
"Déjalo piola al Pancho, que anda cascando desde que el vecino le rayó la camioneta y casi le pisa al perro en la esquina."