Se usa para decir que alguien anda re loco, moviéndose sin parar y medio descontrolado, como si estuviera pasado de rosca o con una energía rara encima. No es solo estar activo, es más bien ir por la vida a los tumbos, acelerado, sin mucha conciencia de lo que hace. Y la verdad, a veces es divertido verlo de afuera.
"Desde que se tomó tres energizantes seguidos, el Nico anda a ostras por el centro, cruza la calle sin mirar, saluda a todo el mundo y casi se come un poste por no frenar."