Se usa para hablar de alguien que anda medio a la deriva, sin rumbo fijo y sin pensar demasiado lo que hace, como si hubiera pegado un salto y cruzado un río sin mirar dónde cae. Es muy de gente que se manda nomás, confiada, y después ve cómo se las arregla. Y hay que admitir que tiene su encanto medio kamikaze.
"Mirá a la Nati, dejó el laburo, vendió la moto y ahora anda a lo que salté el charco, viajando por los pueblos del Chaco sin saber dónde va a dormir mañana."